Queridas familias, queridas comunidades educativas:

Este 2 de marzo volvemos a clases en la Provincia de Buenos Aires. Regresa cada maestra y cada maestro con sus estudiantes, vuelven las instituciones, las familias; volvemos a la escuela. El comienzo de clases llena de color y movimiento cada rincón de nuestra provincia, sus barrios, pueblos y  ciudades se transforman al ritmo de la vida escolar. La escuela vuelve a ser el centro de la vida social. 

Llegan niñas y niños caminando con sus familias, en bicicleta, en lancha o micro escolar, llegan jóvenes junto a sus amigas y amigos, llegan adultos luego del día de trabajo. La escuela los abraza y les da la bienvenida. 

Y festejamos este día, porque crecimos a la sombra de la escuela, de allí venimos y volvemos siempre a ella para pensar una sociedad igualitaria,  más justa y democrática. La escuela nos emancipa, confiamos en ella. No hay educación posible si no hay lazos de confianza entre quienes participan de la vida institucional. Del tiempo de escuela vienen nuestros grandes recuerdos y muchos de nuestros proyectos de vida.

Como bien sabemos, nuestra vida, y la vida escolar, se vio alterada por casi dos años de una pandemia muy dolorosa. Nada fue igual. No somos los mismos porque hoy no estamos todos y todas. Quien mejor que ustedes pueden dar cuenta de lo difícil que fue este tiempo, lo que tuvimos que aprender y las dificultades que debimos atravesar. Sabemos que las y los estudiantes no fueron ajenos a esta situación, por eso venimos recuperando esas experiencias para aprender de ellas y seguir construyendo cuidados mutuos y responsables.

Por esas razones, hoy más que nunca celebramos este regreso a las aulas, a las amigas y amigos, a los libros, las lecturas y escrituras, a los cálculos y desafíos matemáticos, los proyectos, los juegos y, sobre todo, a los sueños comunes y a los horizontes compartidos.

Volvemos a clases con todas las medidas de cuidado, con presencialidad plena y segura y con crecientes niveles de vacunación que nos darán mayor inmunidad y resguardo colectivo.  

Como representantes del Estado Provincial, como educadores, sabemos todo lo que pudimos lograr junto a ustedes, pero también lo que aún nos falta. No hay escuela segura y cuidada si no están todas y todos en ella,  todos los días.  Vamos a seguir trabajando para que nadie falte, para que todas y todos digan presente. Creemos firmemente que la educación no es una oportunidad a aprovechar, sino un derecho a ejercer.

Trabajamos mucho para que este día llegue, todos recordamos el primer día de clases y los preparativos para esa gran ocasión. Queremos recuperar esa tradición y a la vez pensar como renovarnos, como mejorar nuestra enseñanza y lograr mejores aprendizajes.

A partir de este 2 de marzo, volveremos a  mirarnos y escucharnos, en rondas y filas, en patios y aulas, en las bibliotecas y en los pasillos de nuestra casa, la escuela. En cada clase, en los actos escolares, en las salidas educativas y en cada reunión con las familias. 

Queremos en este día, y en cada día de este ciclo lectivo, encontrarnos con el deseo de conocer, de estudiar, de progresar y de ser mejores. La escuela construye mejores ciudadanos, nos da cobijo, y nos prepara para el futuro;  tenemos la responsabilidad de que ese futuro se construya con un presente en las mejores condiciones para aprender y para enseñar. Y para disfrutar del tiempo escolar.

Les damos la bienvenida. Nos damos la bienvenida. Esperábamos a la escuela, que nos abre sus brazos, como lo hace desde el inicio de nuestra historia patria, como lo hará siempre, para que siga ardiendo la esperanza.